En muchos lugares leemos y escuchamos que la grasa es peligrosa, que es poco saludable y que hay que evitarla por todos los medios. En parte es verdad, pues las grasas saturadas son altamente nocivas para el organismo. De hecho, su presencia excesiva se relaciona con las enfermedades cardiovasculares. Pero no todo tipo de grasa es mala. Hay ácidos grasos que pueden ayudar a mejorar la salud y que están presentes en algunos alimentos comunes que puedes consumir con frecuencia.
¿De qué ácidos grasos estamos hablando?
Los ácidos grasos a los que hacemos referencia son aquellos que reciben la denominación de ácidos grasos poliinsaturados omega 3. El famoso “omega 3” que aparece en muchas publicidades y empaques de aceite. Estos ácidos grasos son fundamentales para tener una buena salud y es importante incorporarlos en la dieta diaria, ya que el cuerpo es incapaz de producirlos por sí mismo. La sustancia en cuestión tiene un impacto directo en el sistema inmunológico, ya que ayuda a mejorarlo y mantenerlo.
¿Cuáles son sus beneficios?
La mayor parte de la investigación sobre los beneficios potenciales de los ácidos omega-3 comenzó cuando estudios en personas Inuit (Eskimales) descubrieron que, aunque sus dietas contenían una enorme cantidad de grasa de pescado, focas y ballenas, ellos rara vez sufrían de ataques cardíacos. Esto es supuestamente debido a que sus fuentes de grasa son altas en ácidos grasos omega-3.
Investigaciones posteriores descubrieron que los ácidos grasos omega-3 encontrados en el aceite de pescado pueden disminuir los niveles de triglicéridos en la sangre, «adelgazar» la sangre, así como disminuir la inflamación en varias partes del cuerpo. Estos efectos, así como otros, podrían explicar muchos de los aparentes beneficios del aceite de pescado.
En términos generales, los beneficios se derivan del consumo prolongado y regular de omega 3, de los cuales se pueden mencionar muchísimos. Uno de ellos es que esta sustancia contribuye al mantenimiento de la membrana celular. Otro es que contribuye en la formación de hormonas y favorece el correcto funcionamiento de las neuronas y la retina. Pero aún hay más beneficios. El omega 3 contribuye a la correcta circulación de la sangre a través de todos los vasos sanguíneos, lo que ocasiona que todos los sistemas del cuerpo se mantengan irrigados y nutridos. Recientemente, se han descubierto propiedades anticancerígenas en esta sustancia.
Según estudios realizados por el Instituto Omega 3 de la Fundación Puleva, recoge las conclusiones de diversas investigaciones científicas que pone de manifiesto como la alimentación, y en particular el consumo de ácidos grasos omega-3 puede prevenir la aparición del cáncer de mama, colon y próstata; y a reducir el riesgo de metástasis en enfermos de cáncer.
También tiene propiedades antiinflamatorias. Por lo que se puede evitar las enfermedades relacionadas con la inflamación frecuente del colon u otros órganos del sistema digestivo. Asimismo, es un aliado fuerte contra los dolores producidos por la menstruación.
Por último, podemos mencionar que el omega 3 mejora la salud mental. Ya que esta sustancia permite mantener el equilibrio y evitar o tratar la depresión. No significa que comer alimentos con omega 3 sea la cura para los desórdenes de la mente, pero ayuda ostensiblemente a obtener una mejoría. Siempre para casos de depresión hay que consultar con un especialista en psiquiatría.
En conclusión, los efectos benéficos de los Omega -3 intervienen: durante la gestación y el crecimiento, sobre el sistema cardiovascular, sobre el sistema inmunológico y coadyuvante terapéutico en el SIDA, sobre el sistema nervioso, diabetes tipo 2, cáncer, colitis ulcerativa, enfermedad de crohn, obstrucción pulmonar crónica, enfermedades renales, psoriasis y artritis reumatoide.
¿Qué alimentos contienen omega 3?
El pescado es fuente importante de esta sustancia. También está presente en muchas verduras, como la lechuga, la soja, el pepino, las coles; así también algunas frutas como las piñas y las fresas. Por último, los frutos secos, tales como las nueces o las almendras son fuentes importantes de omega 3.
Por lo tanto, es importante ingerir omega -3 para mejorar la salud.